En la primavera de 2020, en cuanto termine el confinamiento y la cuarentena, saldrá a la luz en España mi nuevo poemario Poemas de amor zoológico, editado por Noviembre. Debo confesar que este libro, como tal, es una de las ediciones más hermosas que han hecho de mi poesía, así que doy las gracias al equipo de esta editorial madrileña, capitaneada por mi amigo Marwan. Poemas de amor zoológico es un poemario que, sin llegar a ser una antología, reúne en un mismo volumen algunos de los mejores poemas de amor de mis libros anteriores, acompañados por varias decenas de poemas inéditos en los que gloso y pondero la parte animalesca del amor y del sexo, “lo animales que somos”. Y he aquí un anticipo, a modo de aperitivo. Pues nada, animalitos, que nos vemos ahí fuera, en la vida real, cuando esto acabe.
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Portada de Poemas de amor zoológico Editorial Noviembre, Madrid, 2020 (con prólogo de Juan José Téllez) |
SENTIDO DEL HUMOR
Algunas noches nos reímos en la cama
desnudos, juguetones
incapaces de tomar el sexo en serio.
Son las mejores.
Las carcajadas tienen un delicioso
punto afrodisíaco.
Ríes, te toco. Río, me revuelves.
Ríes, saliva. Río, pececito.
Con descaro infantil
te hago cosquillas en todas las jotas.
Desaparezco entre tus brazos
y ríes, Sulamita, y río, Salomón,
enhiesta mi negra vocación de hazmerreír
al sur de un blanco pez con voz y dientes extravírgenes.
Nuestros vecinos protestan por las carcajadas.
Siempre protestan por las carcajadas,
tan líquidas, tan fricativas y estridentes.
Nos debería dar vergüenza, piensan.
Pero nosotros no apagamos la luz.
No cerramos la ventana. No controlamos el volumen.
Ni siquiera seguimos un orden lógico
para nuestros escándalos.
Una jota en tu ombligo.
Dos jotas en tus corvas.
Jotas mayúsculas en tus axilas jóvenes.
Jotas cursivas en tus lunares más recónditos.
Juego de aes en tu espalda insaciable.
Manojito de mirra entre tus tetas, las tan histriónicas.
Juego de íes en tu cuello. Juego de oes es tu o.
Doble sudor interjectivo.
Y al fin todos los líquidos se filtran por las paredes
e inundan el silencio del vecino
tan coherente en su ritual de nudillos insomnes.
Ahora nos rascamos con todas las jotas,
en todas las jotas, con descaro de pez feliz
incapaces de tomar el sexo en serio.
Son las mejores.
Las carcajadas tienen un delicioso
punto afrodisíaco.
Ríes, te toco. Río, me revuelves.
Ríes, saliva. Río, pececito.
Con descaro infantil
te hago cosquillas en todas las jotas.
Desaparezco entre tus brazos
y ríes, Sulamita, y río, Salomón,
enhiesta mi negra vocación de hazmerreír
al sur de un blanco pez con voz y dientes extravírgenes.
Nuestros vecinos protestan por las carcajadas.
Siempre protestan por las carcajadas,
tan líquidas, tan fricativas y estridentes.
Nos debería dar vergüenza, piensan.
Pero nosotros no apagamos la luz.
No cerramos la ventana. No controlamos el volumen.
Ni siquiera seguimos un orden lógico
para nuestros escándalos.
Una jota en tu ombligo.
Dos jotas en tus corvas.
Jotas mayúsculas en tus axilas jóvenes.
Jotas cursivas en tus lunares más recónditos.
Juego de aes en tu espalda insaciable.
Manojito de mirra entre tus tetas, las tan histriónicas.
Juego de íes en tu cuello. Juego de oes es tu o.
Doble sudor interjectivo.
Y al fin todos los líquidos se filtran por las paredes
e inundan el silencio del vecino
tan coherente en su ritual de nudillos insomnes.
Ahora nos rascamos con todas las jotas,
en todas las jotas, con descaro de pez feliz
con las lenguas golosas en el rastreo de la sal.
Hay noches en que nos reímos en la cama
entre jadeos, jugos, jerigonzas y jitanjáforas, jodiendo.
Tan cómico el amor, tan payasezco el sexo.
Y nadie sabe ya, con tanta música
dónde empieza y acaba el espectáculo.
entre jadeos, jugos, jerigonzas y jitanjáforas, jodiendo.
Tan cómico el amor, tan payasezco el sexo.
Y nadie sabe ya, con tanta música
dónde empieza y acaba el espectáculo.
LOS ANIMALES
Amamos por instinto.
Olfateamos a la bestia del sexo contrario
incluso (a veces) a la del mismo sexo
y no pensamos en las consecuencias.
Los animales somos eso / animales.
A veces siento lástima de esos seres extraños
que se ponen a dudar de su nariz
a razonar el pálpito
a intentar traducir las palabrotas del olfato.
EL ERROR MÁS COMÚN DE LOS ENAMORADOS
Todos buscamos
el amor verdadero
como un íntimo grial
sin darnos cuenta del equívoco.
Lo necesario es encontrar
el verdadero amor
que es un grial público.
PORCENTAJES
El 99 % de los enamorados
se equivoca dos veces
cuando se enamora
y cuando se desenamora
El otro 1 % se equivoca siempre.
ANIMALADAS
Estoy pensando a qué animal nos parecemos
cuando el amor se va
y a cuál cuando el amor
es ese vidrio infame que lo deforma todo.
Y al fin lo he descubierto.
Cada uno es el ornitorrinco
que la otra parte crea.
FOTOS
Esos animales de metamorfosis
que me han vuelto razonable
andré bretón
Me he puesto a mirar fotos de animales amándose
no fornicando / amándose
animales pecando a cara descubierta
diz que para conservar la especie
pero sus ojos desmienten la transacción genética
desautorizan cualquier enfoque baladí / se aman.
Son elefantes sobre la mítica tela de una araña.
Son arañas tejiendo el ajuar de dos pingüinos jóvenes.
Son pingüinos lagartos moscas perros osos tigres
gimiendo de placer ante el hocico insensible del fotógrafo
ante nuestra patética mirada de aprendices.
Y no aprenden nada.
QUIÉN SERÁ ESTE TIPO
Quién será este tipo que se levanta cada día
y se enamora de la mujer del prójimo
pero no lo dice / se limita a matricular
en un curso para ser prójimo él también
y punto.
Quién será este tipo que se levanta cada mañana
con remordimientos
y cabecea por los rincones
flagelándose con su propia voz
porque quiere ser prójimo y no puede.
Lleva varias décadas así.
Y la mujer del prójimo lo ve hundido entre papeles
untado de palabras jabonosas
y se cuelga del brazo del prójimo más prójimo
golpe bajo (bajísimo) y se va.
Quién será este tipo / me pregunto.
Quién será / quién será.
Su cara me parece conocida pero su llanto no.
Su miedo me parece conocido pero su risa no.
Su voz incluso me parece familiar
pero su letra sobre el papel me desconcierta.