"Uno de los mejores narradores cubanos de la hora presente"
(Juan Bonilla)

Del Blog de Díaz-Pimienta

may
08
Añadido por Alexis Díaz Pimienta el 8 mayo 2020 a las 11:44 am


DE POR QUÉ NADIE DEBE CONFIAR EN SU TELÉFONO, SEA ESTE DE LA MARCA QUE SEA Y ÚSELO UNO CON LA FRECUENCIA QUE LO USE


Mi teléfono móvil
se ha convertido en mi mejor amigo
mi cónyuge
mi amante
mi hijo
mi m-padre
mi cómplice
mi sacerdote particular
mi profesor de yoga
mi nutricionista
mi médico de cabecera.

Mi teléfono móvil
es un un teatro portátil
con todos mis parientes
y mis conocidos
turnándose el protagonismo.

Pero cuando lo dejo solo
solo un minuto
solo un puto minuto
se viene abajo
y amenaza con mudarse a ti.

Sevilla, 28 de abril de 2020



CONVOCATORIA


Lo han dicho en las noticias.
Los perros y los pájaros han convocado una cacerolada
contra el gobierno de ese engreído otro animal
que pretende perpetuarse en el poder.
El  sábado. A las ocho.
Y hasta los virus se han sumado a la convocatoria.

Sevilla, 28 de abril de 2020



DESESCALADA. FASE 1.


Llamé a mi peluquera para pedirle turno
y se puso a llorar como una mosca.
Le dije que también abrirían los bares
y se puso a reír como un plátano frito.
La comenté que ya los niños salían a los parques
y me ladró al teléfono
palabrotas con sílabas más largas que la palabra “sílaba”.
No dije más.
Llevo 46 días,19 horas, 32 minutos y 16 segundos
sin tocarme la cara
y en este mismo instante
mientras termino de escribir este poema
me están entrando unas ganas terribles de rascarme el sol.


Sevilla, 29 de abril de 2020


LAVARSE LAS MANOS


El acto cotidiano de lavarse las manos
es tan poco poético como al acto cotidiano de ensuciárselas.
Y el acto cotidiano de ensuciárselas
Es tan poco poético

como el acto cotidiano de ignorar

que nuestras manos están llenas

de tics prosaicos y microbios.

Los microbios son a la salud
lo que el silencio es a la música
lo que el olor del pan recién horneado a la palabra hambre.

El acto cotidiano de lavarse las manos

Como todo ritual, tiene su exégesis.

Reconozcamos que hay personas

que ni sabían que tenían manos hasta ayer.
De pronto dos palabras tan pocacosa
como “lavabo” y “pasamanos”
toman el liderazgo, posan y pasan
sobre la pasarela de la voz.

De pronto alguien nos enseña por televisión

a lavarnos las manos en diez solemnes pasos.

Díez nuevos mandamientos.

Un prosaico decálogo visual.

Es tan poco poético.
Es tan simpáticamente antimetafórico.

Ya sabemos que la longitud de la mano de una persona adulta
es aproximadamente una décima parte de su altura total.
Ya sabemos que los microorganismos son nuestros amos.

Por eso resulta tan útil que nos enseñen por televisión

la matemática de la jabonadura

cuántos segundos debe durar el sonido del agua en el tragante

cómo limpiarnos bien las uñas.

Y la redondez de la palabra espuma.

Y la fortaleza monosilábica de la palabra “gel”.

O simplemente

nuestra absurda soberbia existencialsiendo tan frágiles. 

Sevilla, 30 de abril de 2020



DÍA DE COMPRAS

Nunca antes las calles de Sevilla estuvieron tan limpias.

Nunca antes las farmacias fueron tan populares.

El sol improvisa figuras geométricas sobre las paredes

con la esperanza de que todos los niños aprueben el examen.

Hay cursos para aprender a contener el estornudo.

Cursos para aprender a recoger caca de perro.

Cursos para afinar el aplauso en los balcones.

Triste Sevilla.

El olor a azahar

con guantes no es el mismo.

Sevilla, 1 de mayo de 2020, 11:51