Por Leidys Hernández Lima
La temática del humor ha estado presente en todas las manifestaciones artísticas. La poesía, específicamente la décima, es un ejemplo de las diferentes variantes en las que se puede encontrar el humorismo, no siempre para reír, otras veces ha sido para reflexionar.
En Cuba, existen desde hace mucho tiempo, expertos como Chanito Isidrón, Justo Vega, Adolfo Alfonso, Adolfo Martí o Rigoberto Rizo, Bernaldo Cárdenas, el Profesor Espinosa, y otros más contemporáneos como Raúl Herrera, Emiliano Sardiñas, Julito Martínez, Tomasita Quiala, Miguel Herrera, y José Manuel Silverio, con este último ralitura Habana conversó para esta entrevista.
¿Silverio, cómo llegaste a la improvisación?
“En realidad empecé a improvisar, lo que es improvisar de verdad, a los 19 años, pero desde los seis años ya decía décimas con un tío mío. Eso era todos los días, ¡décimas, aprendidas claro!
Luego me gradué de la segunda promoción de los seminarios de profesores de improvisación creados por Alexis Díaz Pimienta. Los talleres son la base de la tradición, de las raíces donde se nutre el presente y futuro de nuestra cultura”.
¿Y al humor?
“Mi aventura con el humor surgió de forma natural, yo no hacía humor desde el comienzo; quizás porque soy una persona muy alegre finalmente terminé haciendo humorismo, aunque no dejo de hacer repentismo serio.
A veces el propio público es quien define qué tipo de repentismo es el que harás, a mí me llevó por el humor. En los guateques me gusta cantar serio, al igual que en actividades importantes, pero ya en fiestas populares, en escenarios donde el público tenga el ánimo decaído, ahí lo que hago es humor. En Palmas y Caña yo comencé con el humor, y al final es lo que más he hecho”.
¿Se puede hacer humor serio?
“Claro que sí, el mejor ejemplo es Bernardo Cárdenas, hacía un humor inteligente”.
De lejos, con ojos de espectadores, se pudiera decir que existe cierto prejuicio hacia los repentistas humorísticos, ¿será verdad?
“Claro que hay un prejuicio hacia los repentistas humorísticos, es como una enfermedad en los directivos de algunos lugares, creen que los humoristas no pueden cantar serio, y están muy equivocados. Los poetas que hacen repentismo serio en la mayoría de los casos no se comprometen a hacer humor, tal vez sea porque no lo llevan dentro, no les nace, a veces cuando algunos se atreven queda muy forzado. En una controversia entre un repentista serio y uno humorístico, casi siempre el que hace humor sede al otro, rara vez terminan haciendo algo cómico.
La cantidad de oportunidades que tienen los que hacen repentismo serio o humorístico no son las mismas, a veces el humor se queda rezagado; un ejemplo es EmilianoSardiñas, que prácticamente no va a canturías serias, y eso es por el prejuicio porque piensan que el que ha hecho humor toda la vida en radio y televisión no puede hacer otra cosa y hacerla bien.
Por lo general a los humoristas nos ponen de abridores en una canturía y el plato fuerte son los repentistas serios, pero a mí siempre me han dicho que nunca está escrito cuál controversia va a ser la mejor, si la primera o la última, eso depende del día de cada uno. La selección de las parejas siempre es en dependencia del criterio del que organiza la fiesta, claro que está vigente el prejuicio, siempre pasa igual”.
¿Y te has quedado sin cantar por hacer humor?
“Nunca me ha pasado que alguien no quiera cantar conmigo por el tema del humor”.
Y los poetas “serios” ¿cómo ven el humor?
“Luis Quintana es un ejemplo a la inversa, es un repentista muy serio pero que hace décimas humorísticas escritas muy buenas. Sin embargo no improvisa temas humorísticos, prefiere permanecer en el estrato más serio, y eso que cuando las dice en su performance lo hace muy bien”.
El humor en Cuba, de forma general, ha decaído en la forma de presentarse, en mucha ocasiones temas como el racismo, la homosexualidad, el machismo, son recurrentes para hacer chistes fáciles, ¿ocurre igual en el repentismo?
“Siempre hay que respetar al público, un ejemplo de eso es Chanito Isidrón, nunca arremetía contra el público sino que improvisaba a costilla de él mismo, se decía flaco, narizón…”
Al que le guste el humor rimado, en décimas, ¿a dónde debe ir para disfrutar de los poetas?
“No hay suficientes espacios para la promoción del repentismo humorístico, yo creo que estamos en extinciónpor el irrespeto que hay de forma general a la música campesina; por ejemplo en Villa Clara hay que luchar a capa y espada para que nos respeten un poco, hay veces que los dirigentes se dejan llevar por sus gustos, y si no les interesa pues se les olvida la tradición campesina”.
¿Cuáles son los referentes del humor para Silverio?
“Mis referentes dentro de la décima humorística son Chanito, Rizo, Bernaldito, el Profesor Espinosa, esos son los clásicos, y de los que hoy aún están activos me gusta Raúl Herrera y Emiliano Sardiñas. Raúl Herrera es al repentista más fuerte en el humor al que me he enfrentado, aunque Emiliano también es peligroso.
Recuerdo con agrado una controversia que hice con Emiliano en Amancio Rodríguez, en Las Tunas, se me ocurrió una redondilla que me garantizó todos los aplausos del público, le dije:
Déjate de jijijí,
de trucos y de maraña
que aquí lo que se da es caña
no plátano ni maní.
Yo aprendí que hay que tener el termómetro del lugar donde estás, hay que saber cuándo hacer un corto circuito y sacar chispa o seguir en algo serio”.
¿Cuál es mayor deseo de Silverio como poeta?
“Que se acaben los prejuicios, que nos entiendan y que nos dejen entrar más en los guateques importantes. Que viva el repentismo, que viva la décima humorística, que viva la tradición”.