por Lydia Moreno García
Si algo me ha parecido siempre difícil en el mundo de la literatura es escribir para niños. Pero si hay algo que me parezca más difícil todavía es crear un personaje infantil que se desarrolle a través de poemas, no de cuentos. ¿Algo más complejo todavía? Que se haga viral. Y ese es Chamaquili. Diez libros en la calle y otros tantos inéditos. Niño poeta, niño inquieto, niño curioso, niño parlanchín, niño lector, niño feliz, niño ocurrente, niño simpático. Niño al fin. Seguramente ese sea el secreto del éxito de Chamaquili, que es un niño como otro cualquiera; todos, tanto los pequeños como los grandes que un día fueron pequeños se sienten reflejados en lo que Chamaquili dice y es ahí cuando comienzan los “¡Yo también digo eso!”, los “¡Mira, como yo!”, los “¡Igual que a mí!”, los “¡Eso también me pasó a mí!”, los “¡Yo también hago eso!”.
¿Que cuál ha sido la clave del éxito de Chamaquili? Sin lugar a dudas, que el germen de cada poema, la frase detonante, el chiste ocurrente, la idea genial e inocente, todas, han venido de un niño; al principio todas eran las “cosas” de Alejandro, el hijo menor de Alexis Díaz-Pimienta. Luego, cuando creció, fueron todos los niños que llegaron con sus ocurrencias a los oídos del poeta cubano a través de padres o amigos. Y Chamaquili siguió funcionando. Y ahí fue cuando el niño poeta, que siempre fue universal, se hizo más universal todavía.
Hablamos de un personaje muy cubano, pero también muy español, muy andaluz. No podemos perder de vista que las ciudades de La Habana y Almería son los dos escenarios más importantes en la vida literaria de Chamaquili, cuatro de sus libros (tres en la calle y uno inédito) lo avalan. Esto también hace de Chamaquili alguien que es de un lugar y de cualquiera. El caso más reciente de todo esto que hablamos es lo que está ocurriendo en Cuba en estos tiempos pandémicos. La Compañía Nacional de Teatro Infantil La Colmenita, de Cuba, ha puesto en marcha una serie de cápsulas audiovisuales para la televisión cubana con los poemas de Alexis Díaz-Pimienta que conforman su último libro de la saga poética: Chamaquili y la pandemia, contribuyendo así a la concienciación sobre la protección y el buen hacer contra el COVID-19. ¿Qué quién inspiró este libro aún inédito, pero ya en formato audiovisual? Un niño pequeño, un Chamaquili, que lanzó esa chispa ocurrente de la que hablábamos. Lucas, uno de los niños integrantes de La Colmenita, quien ha terminado poniéndole voz y cara de niño real al personaje literario de Pimienta.
Chamaquili, el niño poeta, partió de Almería para viajar a La Habana, donde es el personaje infantil más querido de todo el país. Todos los niños cubanos se sienten Chamaquili, y quieren tener los libros de Chamaquili; todos los niños cubanos lo imitan, se aprenden sus poemas y los recitan. Y esto mismo que está ocurriendo al otro lado del mar, se está acercando a España como si de un efecto boomerang se tratara. Aunque son diez los libros publicados, no son tantos los niños españoles que conocen a Chamaquili. Y aquellos que lo descubren lo hacen suyo con la misma pasión que los niños cubanos: he ahí los párvulos del colegio Arlequín, de Granada; o los niños del colegio Miguel Santa en Castillo de Bañuela, Castilla La Mancha, quienes han cerrado su curso escolar con un Festival Chamaquili, recitando y cantando sus poemas. Poco a poco los libros de Chamaquili se está acercando a los niños españoles gracias a que la editorial almeriense Scripta Manent Ediciones se ha puesto como objetivo publicar los diez libros ya editados en Cuba y los otros inéditos, pendientes de que Jorge Oliver, ilustrador de Chamaquili, se ponga manos a la obra. Por lo pronto, gracias a esta editorial almeriense se pueden disfrutar de las dos obras inspiradas en el territorio andaluz: Chamaquili en Almería y Chamaquili en el Oeste, este último inspirado en el poblado del oeste que hay en el desierto de Tabernas, donde se grabaron los western espaguetis más célebres de los años 70 y 80 de Hollywood.
Sin lugar a duda, la mejor noticia es que Chamaquili seguirá expandiendo su inocencia poética a través de sus co-padres Alexis Díaz-Pimienta y Jorge Oliver, escritor e ilustrador del niño-poeta, respectivamente. La otra gran noticia es que hasta el doctor Durán (el Fernando Simón de Cuba) se ha declarado fan número uno de Chamaquili, por todo lo que este ha contribuido a despertar conciencias en la situación actual que se vive en la isla. Pero la mejor noticia de todas es que Chamaquili, en muy poco tiempo, estará en las casas de todos los niños españoles, cubanos y del resto del mundo a través de sus libros, ya que muchos de sus títulos están siendo reeditados y traducidos. Por lo pronto, sigamos disfrutando del Chamaquili al que da vida el pequeño Lucas Baños Alvariño en la televisión y sigamos aumentando la familia chamaquilera en el Chama-Club que tenemos en Facebook: ya somos más de 24 mil miembros. ¡Apúntate!”
Libros de la Colección Chamaquili
publicados por Scripta Manent
Autores: Alexis Díaz-Pimienta y Jorge Oliver (ilustrador)
Autores: Alexis Díaz-Pimienta y Jorge Oliver (ilustrador)
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