por Caterina Camastra
Cuarto de Mala Música
Qué mejor fecha que hoy, el 21 de marzo, declarado por la UNESCO Día Mundial de la Poesía, para compartir con los visitantes de mi blog este poema-ejercicio, mis Sonetos sonetiles al soneto, un homenaje a Lope de Vega y a todos los poetas que hemos caído rendidos, durante siglos, a la magia de esta estrofa. Como verán, es un juego. Una glosa extendida al “soneto mayor”, al famoso soneto sonetil de Lope. Y no solamente gloso este soneto al estilo clásico (verso a verso) si no que me recreo (casi me ensaño) con el primer verso (“Un soneto me manda hacer Violante”), glosándolo varias veces, en varios tonos y estilos antes de seguir con el resto de la estrofa. Me hubiera encantado que el propio Lope leyera estas variantes, tomarnos un vino y discutirlo. Pero como Lope es muy suyo, y ni siquiera me responde los mensajes, lo comparto con ustedes, mis lectores, a ver qué les parece.
¿Lo comentamos? Los espero.
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LOPE DE VEGA, EL FÉNIX DE LOS INGENIOS, autor del soneto más famoso de la historia de la literatura española. |
SONETOS SONETILES AL SONETO
que en mi vida me he visto en tanto aprieto;
catorce versos dicen que es soneto;
burla burlando van los tres delante.
y estoy a la mitad de otro cuarteto;
mas si me veo en el primer terceto,
no hay cosa en los cuartetos que me espante.
y parece que entré con pie derecho,
pues fin con este verso le voy dando.
que voy los trece versos acabando;
contad si son catorce, y está hecho
…que en mi vida me he visto en tanto aprieto
…mas si me veo en el primer terceto
No hay cosa en los cuartetos que me espante
…y parece que entré con pie derecho
…pues fin con este verso le voy dando
Que voy los trece versos acabando
Contad si son catorce y está hecho
Alexis Díaz-Pimienta
www.diazpiimienta.com
Twitter: @DíazPimienta
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Foto © Instagram del artista Instagram del artista |
Me emocioné. Me reí.
Hasta me reconoci
en Acosta. Recordé
mi yo de negrito a pie,
mi barrio, mi adolescencia,
mis noches de penitencia,
mis broncas, mi padre viejo.
Me he mirado en un espejo
de absoluta transparencia.
Sorprendente la actuación
del padre del bailarín.
Grande Icíar Bollaín.
Impresionante el guión.
Todos los Acosta son
el mismo Carlos bailando.
Me gustó el acento blando,
la nostalgia a contraluz
y esa Laura de la Uz
tomando otra vez el mando.
El Carlos niño fui yo
que en vez de bailar cantaba,
es decir, improvisaba,
y los otros niños no.
Mi viejo igual me obligó
pero yo a gusto lo hacía.
Y eso que yo no tenía
una maestra-tutora-
protectora-defensora
de mi propia poesía.
El Carlos joven fui yo
abriéndome a versos paso.
Muy pocos me hacían caso
pero eso no me importó.
Mi padre me protegió.
Me gritó: ¡tú eres poeta!
Y así fui en ese planeta
al que me integré (y me integro)
el primer poeta negro
que hizo el amor con Julieta.
A mí también me dijeron
“la décima es cosa hispana,
No de raíz africana”,
pero no me convencieron.
De mí también se rieron
en San Miguel del Padron.
Y más de un regio varón
en el barrio me decía
“eso de la poesía
es cosa de maricón“.
Mi Período Especial
fue el mismo del bailarín.
Y mi chispa. Y mi azuquín.
Y mi novia en el portal.
Yo me hice sontén igual
del sanguíneo batallón.
Y alcancé gran proyección
con aplausos extranjeros.
Y el éxodo de balseros
lo vi por televisión.
El Carlos que se marchó
a Europa también he sido.
Solo que yo he recorrido
España, Inglaterra no.
Fui el Acosta que volvió
A Cuba y fundó una escuela.
solo que – y no me consuela-
actuamos en otro set:
una cosa es el ballet
y otra cosa la espinela.
En fin, Yuli me ha gustado.
El guión, la dirección,
la sobria interpretación
de cada actor. El logrado
ambiente sin demasiado
hincapié en nuestra pobreza.
La mesurada tristeza
sin burdos primeros planos
en desconchones insanos
en nuestra urbana maleza.
La Habana. Londres. Acosta.
Londres. La Habana. Biopic.
¡Aplausos! (¡Flash!) ¡Premios! (¡Clic!)
Y el padre siempre de posta.
Un negro que nada imposta.
Film de deux. Exquisitez.
Y yo pensando otra vez:
“¿la mejor peli cubana
es de una cineasta hispana
con un guionista inglés?”
Yuli, de Carlos Acosta,
bailada por Bollaín,
es un excelente film
y es respuesta, answer, riposta
de alguien que ha crecido a-costa
de su propio sufrimiento.
Un fílmico monumento.
Un alegato racial.
Y un homenaje total
al trabajo y al talento.
Para los visitantes de mi cuarto: un aperitivo de uno de los próximos libros de Chamaquili. Chamaquili ya ha estado en Almería, en La Habana (dos veces), en el Oeste, y ahora visita la ciudad en Nueva York, acompañado por su inseparable Mapá. ¿Se imaginan las ilustraciones del gran Jorge Oliver para este libro?