Colección CHAMAQUILI
por Roly Ávalos
El pequeño Chamaquili es un personaje carismático, ocurrente, travieso, que protagoniza los libros infantiles del escritor cubano Alexis Díaz Pimienta y que se ha convertido en un auténtico fenómeno de ventas, lectores y crítica en Cuba, un país de ávidos lectores. Tres veces ha obtenido el premio más importante de literatura infantil que se otorga en la isla, el Premio Nacional La Rosa Blanca que otorga la Asociación de Escritores de la UNEAC, y sus poemas han sido versionados en música, teatro, títeres y, próximamente, serán dibujos animados. Lo singular del hecho es que estamos hablando de poesía, no de narrativa, es decir, de una “saga poética”, algo poco frecuente en el mundo literario y que ya va por seis títulos, cada uno de ellos más demandado (cada año se vende un promedio de 10.000 a 12.000 ejemplares del titulo de turno). La editorial Abril, una de las más prestigiosas casas editoras cubanas, creó para este personaje, de manera exclusiva, la Colección Mapá, donde su publican todos los libros de la saga. “Mapá” es el cariñoso apelativo con el que Chamaquili se dirige a sus padres, apelativo que nace un equívoco inicial, cuando el niño era muy “Chamaquili”, y que nace de juntar las primeras sílabas de “mamá” y “papá” al hablar con ellos. Mapá se ha convertido también, en una vocativo popular entre los padres cubanos. Tanto como Chamaquili. Dice su autor en una entrevistas que el mayor elogio que ha recibido en su carrera literaria ha sido escuchar en la calle, en las cafeterías, en la guaguas, a los padres llamando “Chamaquili” a sus niños. Chamaquili se he convertido así en un cariñoso vocativo para identificar a los pequeños. “Ven acá, Chamaquili”, “Recoge la ropa, Chamaquili”, “Te quiero, Chamaquili” son frases que se escuchan continuamente en las ciudades cubanas y que retratan, por sí solas, la acogida que ha tenido en los lectores, de todas las edades, los libros, los poemas, las palabras y todo cuanto ocurre en estos libros de Alexis Díaz Pimienta ilustrados, magistralmente, por Jorge Oliver Medina.
Hasta la fecha se han publicado seis títulos, y el autor amenaza con seguir hasta diez (su número mágico, dice el también decimista y repentista). Pero dudao que los lectores permitan que detenga a su personaje en esta cifra. Ya hay padres que hablan de que sus hijos han crecido con Chamaquili, y, por lo tanto, la saga tiene que seguir. Incluso hay cierta polémica entre aquellos que quieren que Chamaquili crezca a la par que sus hijos, y otros (como el propio autor) que abogan porque el personaje se mantenga en esa edad indefinida entre los tres y los siete años, una edad mágica, llena de ocurrencia, dudas, miedos, asombro: materia prima para los poemas. Cada vez son más los niños que se saben de memoria poemas de Chamaquili, y que no se duermen (literalmente), si no se los leen. Así que aquí también, como ha ocurrido otras veces, el autor no podrá mandar sobre su obra.
Los títulos publicados hasta la fecha (2011) son:
- ¡Chamaquili, Chamaquili! (Editorial Abril, La Habana, 2006, Premio Nacional de Literatura Infantil “La Rosa Blanca”, 2006, 28 poemas, 30 páginas)
- ¡Buenos días, Chamaquili! (Editorial Abril, La Habana, 2007, Premio Nacional de Literatura Infantil “La Rosa Blanca”, 2007)
- Chamaquili y la lámpara-luna (Editorial Abril, La Habana, 2008, 16 poemas, 30 páginas)
- Chamaquili en el cuarto de baño (Editorial Abril, La Habana, 2009, Premio Nacional de Literatura Infantil “La Rosa Blanca”, 2009, 16 poemas, 30 páginas)
- Chamaquili en La Habana (Editorial Abril, La Habana, 2010)
- Chamaquili en Almería (Editorial Abril, La Habana, 2011)
Cada uno de estos libros cuenta y canta (como quería Machado) las vivencias, ocurrencias y travesuras del pequeño Chamaquili, quien siempre acompañado por Mapá, un personaje dual que integra y representa a mamá y a papá, indistintamente, comparte con sus lectores momentos de gran humor, ternura, nostalgia, frescura y dinamismo, todo ello “alumbrado” con los dibujos de Oliver Medina. Mapá, el co-protagonista de todos los libros, queda retratado desde el primer título, con un poema-prólogo, que se repite en todos, y que ha sido musicalizado por Amarilys Rodríguez y Danny Aguiar:
Chamaquili y sus papás
A veces digo mamá
y como que sabe a poco.
A veces digo papá
y no me lleno tampoco.
Entonces digo “mapá”
y las dos palabras toco.
O se me escapa “pamá”
y finjo que me equivoco.
Cuando están juntos “ma” y “pa”
que importa qué venga el Coco.
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