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Del Blog de Díaz-Pimienta

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NO SOLO DE OCTOSÍLABOS VIVE LA DÉCIMA

Publicado por Alexis Díaz Pimienta el 18 octubre 2012 a las 6:08 pm


Ilustres visitantes de mi  Cuarto, hoy comparto con todos "otros muebles", en este caso, un grupo de décima que escapan de la medida octosilábica tradicional, décimas endecasílabas y alejandrinas que espero sean de su agrado. Todos son poemas de mi libro Muebles de Caoba.


Foto de grupo




En una multitud fotografiada
(estudiantes, amigos, conocidos,
unos con clase y otros mal vestidos,
todos con cierto susto en la mirada);
en una muchedumbre retratada
(no importa si son diez, o cien, o más,
tomados por delante o por detrás,
con el rostro risueño, serio, grave),
siempre hay uno, uno solo, alguien que sabe
el orden en que mueren los demás.


Las malas relaciones



La comadrita y el palanganero
se dejaron de hablar hace cien años
y viven en la casa como extraños,
se miran de reojo en el trastero.
Todo por chismes del viejo librero,
sobreviviente y útil maldiciente
que a su vez se guió por una fuente
de dudosa prosapia mobiliaria:
la mesita de centro, espía diaria
de los cambio de humor de mucha gente.


Vallejiana




Amada: en esta noche tú te has crucificado
sobre los dos maderos curvados de mi beso.
¿Sacrilegio amatorio?, ¿portentoso regreso
a la médula, al núcleo, al centro del pecado?
Amada: en esta noche crujimos demasiado,
crujió la casa toda, crujieron los somieres
de las camas vecinas, crujieron las mujeres
de los hombres vecinos, crujieron los maridos
de las hembras vecinas: qué frágiles sonidos,
qué orgiástica eufonía, qué coro de placeres.

Amada, yo lo dije: juntamos tantos puntos
que en la esencia brutal de la carne madura
se irá secando a pocos nuestra excelsa amargura;
y habrán tocado a sombra nuestros labios difuntos
.
Muertos los cuerpos vivos, los cuatros labios juntos,
húmedos y salobres, desnudos y contritos,
purgarán los demás nuestras propios delitos,
nuestra fiebre incestuosa, nuestro estigma benigno,
y en la cama de siempre, refugio del maligno,
los dos nos dormiremos, como dos hermanitos.


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