Fernando Nava (Instituto de Investigaciones Antropológicas, UNAM)
Teoría de la improvisación proyecta inmediatamente la sensación de ser el primer estudio hecho a profundidad sobre la poesía improvisada en el ámbito hispano, mediante una observación verdaderamente minuciosa a la décima (y desde el interior del género), una de las modalidades más socorridas del repentismo. Además, toda vez que el libro puede considerarse un estudio de caso sobre la improvisación —como fenómeno general—, corresponde también colocar esta obra entre las investigaciones pioneras sobre la literatura oral improvisada en el mundo.
Sin lugar a dudas, este es un trabajo seminal, un parteaguas, un referente —excelente referente— de todo trabajo futuro sobre la décima improvisada en castellano y sobre muchas otras formas de repentismo en otros idiomas y en otras formas estróficas. [...]El libro, pues, nos ofrece herramientas para abrir los ojos, los oídos y el entendimiento a una “literatura” multifactorial, dada simultáneamente en varios niveles (ni qué decir: “multimedia”), como lo es la poesía oral improvisada.
Abel Zabala (Investigador. Argentina)
En Teoría de la improvisación. Primeras páginas para el estudio del repentismo Alexis Díaz-Pimienta explora todo el universo de la composición oral en verso improvisado. Devela la entraña de la versificación espontánea, con la solvencia y la autoridad que le confiere su doble carácter de poeta repentista excepcional y de estudioso metódico. Alexis desciende –intrépidamente– a los socavones de la oralidad hasta dar con su veta más noble: la palabra. El producto es este libro señero que aplaudo y agradezco en nombre de quienes nos hemos consagrado a este género de búsquedas. Libro soberbiamente documentado que promueve la valoración, estudio, cultivo y difusión del nobilísimo arte de trovar.
José Manuel Pedrosa (Universidad de Alcalá, España)
La Teoría de la improvisación. Primeras páginas para el estudio del repentismo, que Alexis Díaz Pimienta publicó en 1998 fue, y así ha seguido siendo hasta hoy, un libro fundacional en el ámbito de la lengua española. Fue, en efecto, la primera monografía que presentó ante los lectores en nuestro idioma una panorámica de amplísimo alcance cronológico y geográfico del fenómeno de la poesía oral improvisada: sobre todo de la panhispánica, pero también de la universal. Fue también el primer libro que intentaba dar testimonio y dar respuesta a algunas de las complejísimas cuestiones y problemas de poética interna (de producción, de transmisión, de recepción) que plantea esta poesía, tan distinta de todas las demás, tan poco convencional. Llegaba, en algunos momentos, a ser hasta una especie de manual práctico para quien quisiese iniciarse en el difícil arte de la improvisación, alumbrada desde dentro por uno de los mejores poetas improvisadores (además de su cronista erudito) que derraman sus versos por el mundo.
Ercilia Moreno Chá (Argentina)
Queda claro que este trabajo nació de una gran necesidad de sistematización de su autor, surgida de la urgencia de transmitir y enseñar, como método eficaz para luchar contra la extinción de lo que practica con tanta devoción. Lo que tal vez Díaz-Pimienta no imaginó es que, justamente por el enfoque, su obra se instalaría no solo como un trabajo pionero sobre la improvisación poética, sino también como un valioso estudio de “performance”.
María Jesús Ruiz (Universidad de Cádiz)
La Teoría de la Improvisación de Alexis Díaz Pimienta consiguió de forma rotunda acabar con el prejuicio de considerar al verso improvisado como el hermano pobre de la literatura oral. Por encima de otras cuestiones, creo que lo más trascendente del estudio es cómo aniquila las fronteras miopes entre “lo tradicional” y “lo que no lo es” (a saber: “lo bueno” y “lo malo”) y se adentra con valentía en la consideración general de la literatura popular y de sus diversos (infinitos) niveles de tradicionalización, en la línea de apertura y controversia que solo han seguido los maestros más arriesgados de nuestra disciplina… sírvannos de recuerdo para ello Diego Catalán y Ana Pelegrín.