"Uno de los mejores narradores cubanos de la hora presente"
(Juan Bonilla)

Del Blog de Díaz-Pimienta

jul
24

En el año 2006, cuando cumplí 40 años, escribí un poemario autobiográfico formado por décimas y sonetos, con el título La crisis de los 40. Han pasado 12 años y sigue inédito. Este es uno de los poemas que conforman el libro. Espero que lo disfruten. 


Yo, improvisando con mi hijo Alex Díaz Hernández,
en el Teatro del Museo Nacional de Bellas Artes de La Habana.


 

Días de visita al médico

…y, lo que sería peor, hacerse poeta,

que, según dicen, es enfermedad

incurable y pegadiza…

Cervantes

¿Recuerdas, madre, los días

que íbamos al hospital

porque me sentaban mal

ciertas palabras? Decías

que era extraño, no entendías

cómo una palabra llana

sólo por llana era insana

causando un dolor agudo

o esdrújulo. Y nadie pudo

aclararlo. Una mañana

me atoré con un prefijo

y cuando me socorriste

solamente repetiste:

¡pero hijo!… ¡pero hijo!

Fuiste al médico y te dijo

que desde entonces me dieras

sólo palabras enteras,

de dos sílabas lo menos.

Consultaste a otros galenos

y de distintas maneras

todos dijeron lo mismo:

-Escoja cada palabra,

si tiene dudas no abra

la boca; mejor mutismo,

que el virus del silabismo

y la atrofia lexical.

Todos en el hospital

me llamaban El poeta.

El repentista-probeta.

Niño-lecto-escrito-oral.

Y tú, nerviosa, ¿recuerdas?

Escogías el arroz

primero y luego la voz

y los silencios, ¿te acuerdas?

Separabas como cuerdas

de un violín los adjetivos

neutros de los sustantivos

y estos de las conjunciones

y éstas de preposiciones

y éstas de demostrativos.

¿Recuerdas que los demás

niños temían quedarse

a mi lado y contagiarse

y no ser niños jamás?

No lo recuerdas, quizás,

pero yo sí lo recuerdo.

Y todavía me pierdo

algunas veces, me escondo

de los demás en el fondo

de mí mismo, o me hago el cuerdo

para que nadie se asuste

de esta enfermedad tan rara.

Tengo marcas en la cara

que dudo que a otros les guste:

marcas de mi desajuste

entre mudez y elocuencia.

Marcas de mi pertenencia

al club de la oralitura.

Marcas de sana locura,

de diabólica inocencia.

Y el último especialista

en dolencias infantiles

te habló de voces hostiles,

de llevarme a un exorcista.

Perdona, madre, que insista,

¿pero recuerdas el día

en que nadie te creía

que la fiebre que me daba

tan solo se me quitaba

leyéndome poesía?

Bueno, pues, sobreviví.

Ya voy a cumplir cuarenta

y aún la voz experimenta

grandes trastornos en mí.

Enfermo crónico, sí.

Crisis de sana locura.

Crisis de literatura.

Crisis de locuacidad.

Sí, madre, esta enfermedad

creo que no tiene cura.

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Alexis Díaz-Pimienta (La Habana, Cuba, 1996). Escritor y repentista. Ha publicado hasta 2018 un total de 39 libros en diferentes géneros: novela, relatos, poesía, ensayo, literatura infantil y juvenil. Su obra ha sido traducida a varios idiomas (inglés, francés, alemán, italiano, árabe, búlgaro, finés, portugués, japonés y farsi), en antologías y revistas. Ha obtenido prestigiosos premios nacionales internacionales en Cuba, México y España (7 de poesía, 3 de novela, 4 de relatos y 4 de literatura infantil y juvenil). Su último libro publicado en España es El deseo sexual de las estatuas” (poesía, Huerga y Fierro, Madrid, 2018).